Nos encontramos en el coche de Malachi y me siento sobre él. Me levanto el vestido para poner mis piernas alrededor de él, por lo que se ven mis bragas de encaje. "Oh, Luna, no tienes idea de cómo me estás haciendo sentirme", dijo en un susurro. "Oh, puedo sentir exactamente lo que te estoy haciendo", dije con dulzura. Esta noche, me apetece demostrarle al Alfa que su Luna es la que domina. Tomo las manos de él por encima de su cabeza, inmovilizándolas por encima del reposacabezas. "Joder, Luna", dijo él. Empiezo a besar su cuello, sigo bajando hasta que llego a su clavícula. Acerco mi boca junto a la suya, mordiendo sus labios suavemente. "Sabes tan bien, Alfa", susurro de manera sensual.Él intenta mover sus manos para alcanzar mi cuerpo, pero las empujo de vuelta a donde las tenía. "No, no lo harás. Esta noche mando yo", le dije. Malachi sonrío, con los ojos llenos de lujuria. "Te ves tan bien tomando el mando", respondió, sonriendo en rima. Le quito la camiseta lentamente, usándo
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