Al día siguiente Osbaldo no aceptó la negativa de Isabella, se plantó firme hasta que consiguió que ella aceptará que pudiera acompañarla al doctor, nunca se imaginó tener la compañía de un hombre al ginecólogo, desde que se enteró de su embarazo se imaginó ir sola a esas citas, pero ver a Osbaldo muy decidido a ir con ella, compartir con ella ese momento tan importante ya no pudo negarse aunque le hubiera gustado que fuera Felipe quién la acompañará, ver de nuevo sus ojos verdes con ese brillo que siempre le demostraba alegría, sin querer deseó que su hijo o hija tuviera ese brillo, esos ojos, aún cuando pudiera doler verlo todos los días quería que se pareciera a él-El embarazo va de maravilla doctora Rosete- Isabella veía el monitor del ultrasonido, se veía perfectamente como se iba creciendo ese pequeño en su vientre, sin querer soltó lágrimas de emoción- quiere escuchar el corazón de su hijo- la doctora miro a los dos, Osbaldo se había sentado a su lado so
Leer más