StefanNoto como Virginia se ha quedado dormida en mi regazo. La he hecho mía 3 veces, ebria pero consciente, además ella es mía ahora y para siempre. Siento su piel, es suave y pálida, su cabello está algo alborotado y cubre mi pecho. La he visto cuando llegue, bailaba de manera sensual frente a la ventaja y agradezco que los cristales estén polarizados y a prueba de balas porque juro que si alguien la hubiese visto le sacaría los ojos. Repaso los pendientes que han quedado, por lo menos Massimiliano ya está más tranquilo al darle una ubicación ficticia del celular de Virginia quien se supone estaría en Italia. Ahora al ver a Massimiliano pude sentir el desespero que puede ser

Virginia Me he aburrido en el balcón, he dormido un par de horas y Yolanda ha preparado una deliciosa comida, he paseado por la enorme biblioteca que tiene Stefan y he encontrado un libro interesante sobre encontrar tu yo. Sinceramente no sé si tengo un Yo. He paseado por el resto de las habitaciones y estoy por entrar a la última, son las 8 de la noche y no sé nada de Stefan, solo espero que esté bien. Abro la puerta y me encuentro con una habitación a oscuras, al encender la luz me encuentro con extrañas estanterías cubiertas por metal. Trato de abrir una y es bastante difícil, como si tuviera seguro o… no lo sé. Luego me giro y encuentro una estantería de armas en la pared. Trago saliva y puedo notar que estoy su

Stefan Las cosas en el cuartel no van bien, he matado a cinco hombres más, estoy tratando de sacar información pero la sangre me ha sobrepasado, quiero decir que, uno comienza a matar y es difícil volver a este mundo. Estar conscientes y no perder la cabeza. Ahora estoy bebiendo whisky tratando de tranquilizarme y dejar que alguno de mis chicos siga el interrogatorio de esos idiotas, estoy exhausto quiero ver a mi Virginia y… estoy cansado de esto. Después de varios días de estar solo con ella, el hecho de perder  esa paz me abruma al punto de no saber si quiero seguir con este estilo de vida. —¿Todo bien? —pregunta Rex y yo niego.  —Me tienen harta esta gente —y bebo el resto del vaso—. Quiero irme a casa y terminar con todos.  —Vaya… 

Virginia Ha sido algo complicado el verlo así y no saber que hacer. Es como si alguien le hubiese hecho mucho daño y solo sé que quería ayudarle. Ha tardado un poco en dormir, pero al final le veo descansando y eso me hace sentir bien. Se lo merece.  Ahora sé que tengo que entender que es lo que ha sucedido y que lo ha desestabilizado de esa manera. Solo quiero entenderlo.  Miro el reloj y es casi la media noche, me recuesto en su pecho y escucho su respiración pesada. Cierro los ojos y puedo ver su mirada llena de miedo aun, solo me provocó el quererlo abrazar y calmar ese miedo, lo sé yo he estado así y solo… solo quieres amor.  Stefan es alguien que tiene sentimientos profundos y por esa razón bien pueden resultar sumamente abrumadores. Siento que h

VirginiaNo sé cómo sentirme al respecto, es que él me demuestra una cosa y después le escucho hablar con alguien y todo parece ser solo una cara de la moneda. Es como si solo estuviera jugando conmigo. ¿Quién es realmente Stefan Ajax?, alguien obsesionado conmigo. Alguien dolido que solo busca reconfortarse en pasión carnal… y yo me siento bien con él, más que bien y eso es lo que más me afecta. Que yo comienzo a quererlo de verdad. Trato de entender que es lo que pasa por su mente, entender porqué es que le cuesta tanto abrir sus sentimientos conmigo si es que hay algo más que solo… sexo. Si, su infancia fue complicada, en g

StefanHe salido de casa camino al aeropuerto privado que comparto con un par de colegas y es cuestión de minutos para encontrarme en el avión. He tenido que salir de urgencia después de la llamada desesperada de Paulino avisando que hubo de nuevo un ataque, pero esta vez en uno de los casinos de California, y tengo que ir a ajustar cuentas. Cierro los ojos tratando de mantenerme lo más cuerdo posible. No puedo negar que separarme de Virginia me deja con un mal sabor de boca, sobre todo porque ha mostrado interés en querer volver a hablar con su familia, con sus padres y no le veo algo malo solo no quiero que se aparte de mi, tampoco que pueda haber alguna situación que entorpezca más esto… que ya está bastante complicado.—¿Está

Virginia He decidido llamar a mis padres. Al encender el móvil puedo percatarme del sin fin de mensajes y notificaciones que comienzan a llegar. Las ignoro y voy directo a llamarle a mamá. Timbra un par de veces y justo cuando voy a colgar ella contesta.—¿Virginia?, ¿eres tu hija? —contesta de manera desesperada—Hola mamá —digo y ella da un grito.—Hija, ¿dónde estás?, por Dios, eres tú, vuelve, te extraño hija, te extraño —su voz me transporta, la extraño mucho.—Estoy bien, de hecho bastante bien —¿Dónde estás?, &i

Virginia Stefan sigue dormido, ya pasa de mediodía y puedo escucharlo aún sumido en el sueño. No me molesta sino que me preocupa el hecho de que esté durmiendo tanto. Me recuesto en la cama y lo veo boca abajo con los labios ligeramente separados. Parece estar disfrutando el sueño, parece como si no hubiese dormido en mucho tiempo. Tomo el móvil y miró un par de mensajes de mamá deseando un buen día y recordando que me extraña. También mi padre se ha tomado el tiempo de escribirme, lo cual me parece increíble y me lleva a pensar que tal vez él sí haya modificado un par de cosas. Terminó por apagar la pantalla, sé que nadie más se tomaría la libertad de preguntar dónde

Stefan Me adentro a la casa de Massimiliano y la mujer de limpieza me invita a pasar hasta su despacho, ella es quien me anuncia y él me pide que pase. —Siéntate por favor Stefan, me da gusto que hayas podido venir —me da la mano y me siento algo extraño al tratarlo como siempre, ahora que es prácticamente mi suegro pero él no lo sabe.—Gracias Massimiliano —y tomo asiento en el sofá justo frente a él —¿Te ofrezco algo de tomar? —niego —Estoy bien —él toma un pequeño vaso de cristal.—Te he invitado porque como puedes imaginarte para P