Nada te prepara para perder a un ser querido, lo sufrí con papá, con cada persona que se ha ido de este mundo. Pero perder a tu alma gemela de esa forma, es increíblemente doloroso. Empiezas a recibir los pésames vacíos de personas que no tenían ni la remota idea de lo que acabas de perder, ¿Como estas?, he escuchado tantos que mis oídos duelen, cómo estoy, no lo se, destruida, echa un caos, malditamente triste. Pero toca responder que estoy bien, que ha sido difícil. Difícil es poco, difícil es un examen de matemáticas, difícil es decirle a tu mamá que te gusta el malo de la clase. Esto ni siquiera se puede definir con palabras. Perdí a la persona con la que pensaba pasar el resto de mi vida, con la que pensé recorrería el mundo, escuchando sus locuras y co
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