Ayla llego por primera vez tarde a su trabajo en la librería, así que entro toda apresurada, sin mirar a los lados y si por ese motivo no hubiera estado tan distraída, se hubiera dado cuenta que el hombre que paso junto a ella en dirección opuesta yendo a la salida no era otro que Murat, quien también iba tan sumido en sus pensamientos y hojeando el libro que llevaba que tampoco noto que Ayla paso por su lado y el por unos segundos habían hecho que sus destinos se cruzaran.Ayla llego a su mostrador y de pronto sintió que se había quedado sin aire, una emoción que no sabia explicar se apodero de su corazón, aquella misma emoción que sentía cuando Murat estaba cerca. Pero ya el jamás podría estar cerca, estaba muerto, y eso era algo que tenia que aceptar, su mente lo reconocía p

Ayla adoraba su carrera de Medicina, aprendió a amarla mas por Sherova, quien le había enseñado cuanto valor e importancia era tener el privilegio de sanar y dar una mejor calidad de vida a las personas.Como ella hubiera querido tener ella el poder de salvar a Murat, pero si ahora dependía de ella y de Allah que le había mostrado el camino, salvaría a mucha gente para que otros no tuvieran que pasar por la dolorosa experiencia de perder un familiar.Pero su otro talento, era la música, que aprendió a amarla por Murat, el escribió varias canciones que ella le cantaba y el decía que cuando ella lo hacia toda tristeza o todo dolor podía desaparecer, porque ella traía paz y consuelo.Por eso

Dias despues a Shaina se le hacia raro la forma como ahora la trataba su jefe, parecía hacer bajado un poco la guardia, no le gritaba tanto y pedía las cosas con amabilidad.- La damisela conquisto al ogro- dijo una voz masculina sacándola de sus meditaciones.Era Miller, quien tenía una reunión con su jefe.- Porque lo dices- Ya vas para dos meses aquí, y no me ha llamado para despedirte, además últimamente le noto mas relajado.- El ogro no era tan malo como lo pintaban- opino ella muy sonriente, demasiado, y es que desde hace dia cada vez que estaba cerca y Aslan Rahin o apenas alguien lo nombraba ella sentía una emoción imcomprensible.<