Regresando a su tienda, Axel se deleitaba con la sensación fresca de la ropa limpia y el cuerpo limpio. Desafortunadamente, el frío todavía estaba en sus huesos en el fondo. Parecía imposible deshacerse de ese dolor, pero si lo intentaba, podría descartarlo ocasionalmente. La cálida ducha había ayudado enormemente a darle algo de calor a su cuerpo delgado y cansado, pero la humedad de su cabello le dio un escalofrío. -Oye Ax, toma tus cosas y tomemos un trago. Confía en mí, no serán más que sesiones informativas e informes mañana- Marcos se pasó una toalla por el pelo cuando atrapó el cuerpo fibroso de su amigo cruzado frente a su tienda. -Muy bien, solo dame un minuto El interés en ir a una reunión social no estaba realmente en él esta noche, pero algo fuerte podría valer la pena.
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