Narra Marleny...El guardia de seguridad se comunicó con Wilmer y este seguramente le dijo que sí, que nos llevara a donde quisieramos ir.Lo digo porque cuando él terminó con la llamada, me dijo que nos fuéramos para el auto y él tomó las maletas y se vino detrás de nosotras.La niña en todo el camino venía muy contenta, señalaba todo lo que veía por medio de la ventanilla, pero luego de un rato le dio sueño y entonces se durmió.En horas de la tarde llegamos al puesto en donde uno deja el auto y luego toca cruzar en una balsa, y como yo venía cargada entonces uno de los guardias cruzó con nosotros al otro lado y me ayudó con las maletas y yo tuve que levantar en brazos a la pequeña Eliana porque al ver el inmenso río le dio un poco de miedo y me pidió que la cargara en brazos.Yo sonreí porque me imagino que esta niña está igual a mí que no conoce el mar, porque si ya lo conociera ella no se hubiese asustado al ver este río tan grande.A m
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