—Lo siento mucho la verdad, no me di cuenta a la hora que cruce la pista, pero retrocedí a tiempo y termine golpeándome creo que soy muy torpe que ni se aterrizar al caer — Tratando de sonreír, pero no podía hacerlo realmente, después de todo le dolía como los mil demonios. —Deberías tener más cuidado—Mientras curaba sus heridas y le ponía gasas, se sentía nervioso, no le gustaba el hecho de haberla besado estando ebrio, no era de hombres hacer esas cosas, lo mejor que debía hacer es pedir disculpas, aunque ella lo trataba de la misma forma tal vez era producto de su imaginación o el alcohol jugo con su mente aquel día. —Ya estoy mejor gracias—Jugando con su cabello de manera tonta, pero lo hacía inconscientemente. —Layla, disculpa lo que paso ese día que beb&iac

 No sabía con qué clase de oficiales de la ley estaba que se valían de chantaje para lograr su cometido. —Voy a poner en riesgo mi vida y la de mi hermano, si ese hombre se entera de lo que voy a hacer, acabara conmigo sin dudarlo, ¡¿Cómo piensan protegernos?! Son demasiado tontos si piensan que podrán evitar que se entere si tienen ese tonto plan en mente—Estaba furiosa, no quería tener nada que ver con ellos, pero la estaban forzando o eso pretendían, no podía negarse, puesto que pondría en riesgo la licencia de Esteban y él no se lo merecía. —Suena un plan tonto como tú le dices, pero todo estaría cronometrado, no estarás solo tenemos un infiltrado que nos da los datos, también estarás con aparatos de última generación de rastreo, pero esto no tiene que salir de estas cua

 Cuando Esteban salió del lugar, no pudo evitar patear las llantas de un auto provocando que las alarmas de auto se encendieran haciéndolo rabiar más. —Colmate que todos nos están viendo—Trato inútilmente de hacer que su amigo se detuviera. —Es que ella y ese imbécil, ¿La viste? —Estaba desesperando jalándose los cabellos dando vueltas una y otra vez. —Si la vi, pero es una mujer soltera que puede meterse con  quien quiera, no puedes hacer nada, tú eres un tío para ella y lo sabes ya quítatela de la cabeza de una vez “Tú eres un tío para ella” Esas eran palabras que se repetían en su mente una y otra vez, debía alejarse de ella, no entendía por qué no le dijo que estaba con alguien, porque si ella se lo hubiera dicho de a po

 Layla estaba nerviosa, se supone que ya había pasado mes y medio desde que empezó ese arriesgado plan de tenderle una trampa a un hombre como la cabeza de los franco, estaba vestida de manera seductora, con una bata de satín y un negligé dentro de color rojo ambos, se supone que debía distraerlo durante cinco minutos.—Que hago vestida como una mujer de la vida alegre, ¡Dios mío! Esta es una locura, se supone que lo espere echada en la cama o con la luz apagada, me sudan las manos, esto es demasiado, ese hombre es capaz de aprovechare de mí en esos cinco minutos, vamos Layla tú puedes, es lo mejor para acabar con todo esto así todos estarán libres, Stevenson, Esteban y tú, lejos de él, pero así estarán mejor todos. Escucho la perrilla moverse y sabía que era él, cuando lo vio entrar no podía negar que se ve&iacut

 Una vez en el hospital, le dijeron que la herida no era de riesgo que había sido superficial, solo estaba durmiendo, la pelirroja había desaparecido en cuanto vio a la policía involucrada, no quería problemas por eso se esfumó. —Él va a estar bien, nada más está durmiendo—Layla suspiro aliviada, aunque ya sabía otra cosa es que uno de los mejores médicos del hospital se lo dijera, cuando estaba acariciando su cabello, viéndolo dormir como si fuera el príncipe de los cuentos, deseaba tanto probar sus labios, cuando de pronto alguien la empuja hasta hacerla chocar contra la pared. —Mi amor, mi cielo, ¿Quién te hizo esto? —Mientras lloraba de manera exagerada hasta sobreactuada. —¿Qué te pasa? —Y se incorporaba, arreglándose la ropa que ahora era un vestido

 —Vamos que ya estamos tarde, no sé por qué se te ocurrió ir al baño sabiendo que en el avión hay servicios higiénicos—Corriendo por el pasillo, acababa de escuchar que los llamaban específicamente a ellos, porque seguramente eran los únicos que faltaban por abordar. Lo tenía de la mano corriendo ya sus maletas estaban a bordo, cuando sintió que no avanzaba cuando giro pudo ver a su hermano estaba señalando a algún lado, se sentía molesta, pero paso de molestia a asombra en cuestión de segundos cuando vio a Esteban correr gritando su nombre y su hermano hacia un gesto de victoria. —¿Qué hace aquí? —Logro pronunciar entre balbuceos además que lo veía hacer gestos como de dolor a un lado donde estaban sus costillas. —Layla, gracias a Dios que no te f

 —Va a pensar que lo engañe, se supone que no iba a pasar —Repetía una y otra Layla en la habitación de su ginecóloga. —Alégrate mujer, eres una de las afortunadas, no te pongas nerviosa que eso te hará peor, solo díselo. —No sé cómo hacerlo, juro que siento que me tiembla todo—Sentándose sobre la silla y tratando de recuperar el aliento. Durante el día no pudo concentrarse, las hormonas de recién descubierto embarazo la tenían con los sentimientos a flor de piel sin poder concentraré del todo con sus pacientes, ahora era geriatra gracias a su experiencia con los ancianos del hospital se dio cuenta de que esa era su área y la satisfacía, pero hoy no estaba del todo concentrada, hablo con su enfermera asistente y le confirmo que podía mover las citas para el d&ia

La princesa de papá regresoLa historia de DIANA y ALAN Aunque es una tercera  novela de una serie, no quiere decir que no se pueda leer de manera independiente si hay   alguna referencia al pasado se  indicara de alguna manera (Recuerdo, mensaje o algo similar) esta historia está adaptada años después de la segunda parte donde los personajes y relaciones han madurado de una o otra forma y estará abocada A relatar la historia de amor   de DIANA y Alan y  la aparición  de la madre está es un personaje que nunca tuvo   participación   en la última parte salgo una pequeña en el primer capítulo del primer libro  que está libre  para que cualquiera que guste la pueda leer como referencia. Prólogo Una joven que

 ─ Mi vida, mi cielo ¿Cómo está la cumpleañera más hermosa de este día? ─Hola abuela que aduladora amaneció hoy día Doña Esperanza la abuelita más sexy que tengo ─Todo porque soy la única ¿Verdad? por eso me dices así    si ya estoy vieja y con canas   un día de estos tu abuelo Jack se conseguirá una más joven y bonita ─ Abuelita es día se acaba el mundo si mi abuelo te adora y besa el piso por donde tu caminas ─Es cierto además que si lo hace le he dicho que se lo corto ─¡Abuela! ¿Serias capaz? ─No pero tampoco se lo digas, a los hombres hay que darles todo el amor del mundo, pero también hacerles ver que pueden perder si meten la pata, ya iras aprendiendo hijita ya iras aprend

 La emoción que me invade en este momento me sobre pasa, veo que mamá me observa y ahí es que me doy cuenta que tengo que guardar la calma, hasta el momento nadie se ha dado cuenta y prefiero que siga así, mi familia no lo tomaría bien de eso estoy segura. ─Ya estamos completos, vamos a cantar el cumpleaños de mi princesa.─Expresa papá.  Cuando me toca soplar la vela cierro los ojos e imagino por segundo que lo estoy viendo a él, mi deseo es el mismo desde hace dos años en que descubrí  sin darme cuenta, que no dejaba de pensar en él, que ese beso era todo y nada para mí, era todo fue mi primer beso ante de eso  nadie me había gustado no niego que mi tío Esteban es muy muy guapo, pero de ahí nada más, luego esta el hecho   que sin darme cuenta cuando lo veía los veranos en la casa de la