El desierto Me quede sosteniendo la perilla en mi mano a punto de salir a buscarla, de pedirle que se casara conmigo, que escapáramos por todo el país lejos de la maldad, lejos de todo… solo ella y yo. No quería vivir más en el desolador desierto que había sido mi vida, negándomelo todo por una venganza, quería mi oasis, un oasis que era todo lo que mi alma atormentada quería descansar. después abriría los ojos y todo sería una vil ilusión, porque los problemas volvían, la muerte, la violencia, la destrucción me seguían, y por ende la seguirán a ella. Acabando con una luz que no se lo merecía, aparte mi mano de la perilla y con todo el dolor de mi alma sangrante la deje ir de nuevo… &nb
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