ALEXANDERDesperté a Evangeline con mi boca entre sus piernas, mientras mas la probaba, mientras más me hundía en ella, más se metía en mi alma, no quería hacer eso, no quería salir lastimando nuevamente, mucho menos por ella, pero era simplemente imposible, no podía parar esto y sinceramente tampoco quería, solo sus suaves gemidos me hicieron volver a la realidad, volver a mi trabajo, volver a lamer ese lindo y rosado coño que ansiaba cada vez más, una y otra, y otra, y otra jodida vez.Terminamos como siempre con mi pene muy dentro de ella, y gritando por más, cada vez que me hundía en ella, me pedía más, más duro, más rápido, más profundo. La llene con mi semilla, terminé tan jodidamente dentro de ella, mi polla ansiaba por más, por más de ella, y yo bueno… lo esperaba todo.- Muy buenos días t
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