Elek no podía creerlo, debía ser solo una vil mal interpretación de cordura, los dioses no podían hacer semejante jugarreta, no podían darle al amor de su vida y luego simplemente enviarla a una misión suicida, los dragones se habían extinto, no había otra cosa que se pudiese hacer, ellos habían perdido toda esperanza, ahora debían luchar con aquel dragón que habían recién aparecido, tenía una espada que junto con aquel dragón le había ayudado a ganar la batalla, ellos podían hacer mucho más, tal vez el dragón ayudaba al graban, no entendía por qué razón los dioses habían hecho algo como aquello no lo entendía.Dio varios pasos alrededor de sus aposentos y deslumbra su cama, aquella donde había amado a su querida shaware hasta el cansancio, pero él no estaba agorado de tenerla en sus brazos, todo lo contrario, deseaba tenerla justamente allí en ese instante, ellos cavaban de contraer su solunar. Por los dioses ellos no podían darle semejante reglo, y luego arrebatárselo eso era u
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