-¡Ooh joder, oooh Dios, sí, sí, sí!-Las paredes parecían que temblaban por los gemidos pero realmente la culpa era de la madera de la cama.Gideon sujetaba por el pelo al joven mientras lo empotraba con rapidez.De vez en cuando, un seco azote aterrizaba en una u otra nalga, las cuales habían adquirido un bonito tono rojizo.-¡Gid, Gid, sí, sí, más, más, oooh joderrrr!-Si Ryan supiera la verdad sobre lo apasionado y feroz de su pareja...Quizás se desmayaría.Golpeaba frenéticamente en la próstata del pelicobrizo, provocándole sufrir un nuevo orgasmo el cual fue el definitivo para ambos.A dúo los dos dieron un portentoso grito para enseguida desplomarse sobre el lecho.-No...no voy a poder dar paso- jadeó Ryan notando el peso del mayor encima suya.-¿Entras...ahora?--N-no, h
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