30. Palabras hirientes
El hombre permanecio en silencio por tanto tiempo que Sophia penso que no la había escuchado. - ¿Cuántos hombres hay en tu vida? El contable al parecer no te complace lo suficiente que ahora vienes a seducir a un cliente de la empresa. La mujer lo miro sin modificar su gesto ni decir ninguna palabra. Estaba tratando de no hacer un escandalo. - Cuando dejes de ser un imbecil vamos a poder sentarnos a conversar, mientras tanto espero que vallas a dormir a tu apartamento porque en mi casa no te quiero. Se levanto y se fue sin importarle el hombre y su asistente, salio caminando a paso seguro con la frente en alto. Esperaba que su jefe no se atreviera a ir a buscarla pero por las dudas decidio caminar un rato más, no quería que viera cuanto le dolieron sus palabras. Sabía que Erick era un hombre con carácter difícil pero jamás había sido testigo de lo cruel que podía ser, ese comentario le demostro que no lo conocía realmente. Cuando
Leer más