Raymond se volvió para mirarla, ¿dijo ella la próxima vez? ¿Qué próxima vez? ¿Qué espera lograr esta noche? Oh, vamos, ¿desde cuándo le importa el propósito de una mujer de entrar en su habitación? Por llorar en voz alta, él es Raymond. Raymond Baldwin! Una sonrisa arrogante apareció en sus labios mientras le prestaba toda su atención, -entonces, antes de hablar de la próxima vez, ¿puedo saber qué haré con el presente?- -Depende de lo que quieras- estaba de pie frente a él ahora, colocó su mano izquierda en su pecho derecho, amando la sensación de calor, se mordió el labio inferior seductoramente, miró hacia sus ojos grises, sus pestañas estaban húmedas y lo hacía parecer aún más guapo, -entonces, ¿qué dices? ¿Necesitas una mujer de verdad que te maneje?- Raymond sonrió, ah, le encanta cuando una mujer es sencilla. Si hubiera sabido que esto era lo que lo estaría esperando en casa, hubiera regresado
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