Ante de que se marchara lo aplane contra la pared, lo presione y, aun así, no me contó, dijo que no sabía nada, y juro no saberlo. Pero sus ojos me decían otra cosa, la única manera de hace que hable por sí mismo. es jugar sucio con él, su enojo me dirá la verdad. Durante los meses, simplemente me dediqué a realizar mis tareas cortas y laborares, con mi trabajo como secretaria. Le dejaba todo por escrito, y algunos por correo. Leía los correo y dejaba un ¡Oke!, así seguimos sin pasar una palabra. En la reunión administrativa, solo tomé las notas que tenía que tomar, sin mirarlo en la cara, durante este tiempo siempre aparecía con esa chica. lo cual me dejo claramente que tenía que apartarme de él a toda costa. Pero, en mi pecho, siento un tormento. Cada vez que la veo, con ella me enfado. desahogo mi enojo en la azotea gritando cada vez. No encuentro la forma, de sacarlo de mi mente, tampoco sus besos en aquel momento. Qué desgracia que solo me toca a mí. Durante todo este tiempo
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