Casi es la hora. Es eso.Yo seré reina.El enchufe aún no se ha caído, aunque ya estoy listo, esperando a que Farall venga a buscarme. Todavía me parece surrealista, inimaginable. Por milésima vez, paso mis dedos por los diseños de encaje de mi vestido. Todo en seda, se arrastra por el suelo; contiene una especie de capa, atada alrededor de mi cuello, que se extiende a lo largo de mi espalda. Una tiara pegada a mi cabello suelto, pero pegada a mi frente, todo en plata con una sola piedra negra, completa mi vestimenta.El aburrimiento aumenta con cada latido rápido de mi corazón, ya impaciente con toda esta espera. Luego se abre la puerta y, finalmente, aparece Farall. ㅡ Princesa. ㅡ dice, mientras baja la cabeza con asombro ㅡ Es hora. ㅡ ¿Estás seguro? ㅡ Me levanto de la cama y solto una carcajada nerviosa ㅡ ¿No llegó el cura un poco tarde?
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