El pelínegro la observaba en silencio, siempre pensó que la castaña es hermosa, desde el día que la vio por primera vez, pero la alegría y luz que ella desprende mientras pinta es algo con un nivel de belleza superior....Después de su conversación ambos se sintieron más ligeros, como que algo dentro de ellos al fin quedó libre, talvez en el mundo real sus cadenas seguían siendo muy pesadas pero sin dudas en ese momento todo se sentia único y perfecto....— ¿Estás aburrido? — preguntó Anabelle derepente...En opinión personal de la mujer Cris se sentia algo fuera de lugar, aunque es todo lo contrario, el pelínegro de verdad disfruta de ese momento de calma...Cuando vives entre la tormenta disfrutas con mucha facilidad los segundos de tranquilidad...y justamente eso pasa con Cris...—
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