[MAURO]Si ella es mía o yo soy suyo todavía sigue siendo un gran enigma. La única certeza que tengo en estos momentos es que estar en ella se está convirtiendo en una especie de droga, y como toda droga, sus efectos pueden ser dañinos, pero eso ya no me importa, me rehusó a no poder sentirla así, a no tener está hermosa sensación de que mi corazón se saldrá del pecho, de que su mirada azul no se cruce con la mía como lo hace ahora, y mucho menos a no volver a sentir sus uñas arañándome la otra mientras que callamos nuestros gemidos en un beso de esos que son perfectos cuando nuestros cuerpos se rinden a la pasión.Sonreímos cómplices y con cuidado salgo de ella para caer desplomado a su lado en esta inmensa cama que se ha convertido en un nuevo espacio que compartimos los dos. Estamos agitados, ninguno de los dos dice nada, y ella simplemente s
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