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Todos los capítulos de Oscuro Casi NEGRO: Capítulo 61 - Capítulo 70
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61. Cuidar de mi mejor amiga.
Narrado por Abby. Acababa de recoger a mi mejor amiga, y la tenía junto a mí, calada hasta los huesos, en aquella tormentosa noche. Ni siquiera mencionó nada sobre aquel chico que se encontraba junto a ella, se mantuvo en silencio la mayor parte del camino hacia casa. ¿Quizás debía preguntarle por aquel chico? Lo cierto es que no lo había visto en mi vida, no tenía ni idea de quién era, pero me parecía algo violento preguntar por él, pues no parecía ser sólo uno de sus rollos. Gracias por venir a recogerme – dijo, tan pronto como aparcaba el coche, agarrando el paraguas, con la intención de salir airosa bajo la lluvia – gracias por dejar que me quede en tu casa. Miré hacia ella, dedicándole una cálida sonrisa antes de hablar. Somos hermanas – la tranquilicé. Ella me devolvió el gesto, agradecida. Ambas salimos del auto, a paso ligero, refugiándonos en el portal, para luego subir a mi piso. Cuando llegamos, Roger y Jenny estaban cenando, y no había ni rastro de Charlie. Sin lug
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62. Entonces llega la calma.
Narrada por Abby Desayunábamos en la cocina, ella lucía de mucho mejor humor que en los últimos días, y eso me calmó, saber que quizás había logrado mi cometido, aunque sólo fuese por un momento. ¿Cómo llevas la búsqueda de universidades? – preguntó, haciéndome salir de mis pensamientos - ¿ha contestado alguna? –. Negué con la cabeza. Aún es pronto – le dije, sonriendo. Dul me devolvió el gesto, bajando la cabeza entonces - ¿y tú? ¿has decidido dónde estudiarás el master? Quería ir a Los Ángeles – declaró, confiándome sus planes, aunque ya los sabía, ya me los confesó con anterioridad. Supuse que quizás no se acordaba porque ambas estábamos borrachas aquel día – hay una muy buena universidad allí, quizás sería bueno para mí cambiar de aires. ¿podrías vivir en una ciudad tan peligrosa como Los Ángeles? – pregunté, divertida, haciéndola reír, al darse cuenta de que tenía razón – He oído que te han ofrecido una beca en Princeton, quizás deberías aceptarla y probar suerte allí.
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63. Bailar al ritmo de los 70.
Narrado por Dulce. Caminaba de regreso a casa, pensando en Ron, y en lo terriblemente raro que me parecía, lo cierto es que siempre me lo pareció, desde que le conocí en el garaje de James, pero en aquel momento me lo parecía mucho más, ¿cómo podría haberse olvidado de las llaves en el estudio? Me pasé por la peluquería de regreso a casa de mi mejor amiga y me corté el cabello, me apetecía mucho hacer algún cambio en mi vida, verme diferente, porque me sentía de esa forma. Se avecinaba una época de cambios, para empezar, pronto se expondría mi obra en la galería de primavera, y al final del verano empezaría mis estudios en New Jersey, ya estaba todo dispuesto para ello. Recibí un mensaje de James para que fuese a su garaje a tratar de temas de la banda, tan pronto como salí. Le puse un simple ok, y luego avisé a mi mejor amiga, de mis planes para que no se preocupase. Abby – “No tardes mucho, hay barbacoa en casa de Mike” ¿Mike? Me había perdido, porque no conocía a nadie con ese
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64. Entonces…
Narrado por Jay. Llovía con fuerza cuando Abby y yo nos perdimos de mi hermana y ese tipo al que no conocía de nada. Y yo no dejaba de pensar en ello, ¿qué ocurría con ella? ¿cómo se le ocurría irse con ese tipo? ¿estarían ellos saliendo? Lo último que conocía de ella era que se había acostado con Jason. No te preocupes – comencé hacia ella, tan pronto como me percaté de que ella lucía aún más afectada que yo – ese tipo no es un mal tipo, cuidará bien de ella. Gracias por esto, Jay – agradeció, abrazándome, dejándome totalmente sorprendido, mientras la lluvia nos empapaba. Debería llevarte a casa – sugerí – no quiero que te resfríes. ¿Y Dulce? – insistió, mientras yo negaba con la cabeza, intentando quitarle importancia al asunto. Ella estará bien. Narrado por Dulce. No me atrevía a moverme, esa era mi realidad, sentía sus manos aferrarse a mi cintura, mientras mis manos descansaban sobre su pecho, y su frente chocaba la mía, sin tan siquiera levantar la vista de su cuello
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65. Ir en serio.
Narrado por Abby. Me habían aceptado en la universidad de Columbia, así que, por supuesto estaba que no cabía en mí de felicidad, Dulce se puso a saltar conmigo, en el salón, tan pronto como le conté la noticia, y ambas hablamos sobre ponernos a buscar pisos de estudiantes juntas, para tener varias opiniones a la hora de elegir el lugar a adecuado dónde debía hospedarme. Tan sólo había una cosa que me impedía ser completamente feliz, y eso era … Jay, pues él aún no tenía ni idea sobre aquello. Así que aquella tarde, lo primero que hice, fue avisar a Jay para vernos, aprovechando que Dulce tenía que ir a grabar, Roger estaría fuera con mi hermana pequeña y papá había quedado para una partida de póquer. Hola – le saludé, tan pronto como abrí la puerta y le encontré allí, con su maleta de entrenar, algo sudado, se notaba a leguas que había estado entrenando. ¿Qué es eso tan urgente de lo que querías hablar? – preguntó Pasa – le invité. Entró en la casa, cerré la puerta, y caminé
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66. Interrupción.
Narrado por Daniel Mi prima cada día estaba más lejos de mí, y eso me partía el alma, porque yo aún sentía por ella mucho más que un simple amor de primo, y ella lo sabía, tan sólo me evitaba todo el tiempo, tan sólo huía de los sentimientos, porque yo tenía tanto que perder si me arriesgaba por lo que sentía. No. No podía perder a mis padres por aquella estupidez. Pero parecía que yo no era el único que sentía cosas por ella, sabía que Jason también lo hacía, y esa era la razón por la que ella huía de él en aquellos días, pues así mi amigo me lo había asegurado, que ella no volvió a hablarle después del día de la fiesta. Y justo como acababa de descubrir, Ron también parecía sentir algo por ella. Pero no debería de preocuparme por ese imbécil, al fin y al cabo, él no pertenecía a nuestro mundo, tan sólo era una polilla, mientras nosotros éramos la mariposa. Yo, por el contrario, lo único que podía hacer era mirarla desde mi lugar, sin acercarme demasiado. La había fastidiado y en
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67. Sólo es un juego.
Narrado por Dulce. Junio terminó y las fiestas en la piscina, la playa, el aire libre, el concurso de camisetas mojadas, y el verano, comenzaron justo después de ello. Lo pasé realmente bien aquel verano, viviéndolo a tope, pues a mediados de Julio nos fuimos de gira por toda Carolina del Norte. Ron y yo no volvimos a hablar, y mi primo y yo cada vez estábamos más lejos, tanto, que comencé a darme cuenta de que debía pasar página, olvidarle y continuar mi vida, no podía estar así, llorando por las esquinas cada vez que lo veía ligando con una grupi. Aquella noche, después de nuestro último concierto de la gira, a mediados de agosto, salí del bar dónde celebrábamos nuestro éxito, justo después de presenciar como Dani se liaba con una tía. Aquello era terriblemente duro, estar allí, pero no podía hacer otra cosa, no podía simplemente rendirme. Pronto me marcharía a estudiar fuera y no tendría que preocuparme por aquello. Abby me escribió un mensaje diciéndome que la habían aceptado
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68. Hacer el amor contigo.
Narrado por Abby. Me encantaba terriblemente aquella sensación, y ya ni siquiera quería que se pusiese el condón para hacerme el amor, tan sólo quería sentir su miembro desnudo dentro de mí. Ni siquiera me opuse cuando me empujó, y me ayudó a recostarme sobre su cama, para luego hacerlo él, sobre mí. Su dura polla volvió a presionar mi punto más frágil, haciéndome estremecer, y su boca hizo un camino de besos desde mi cuello hasta mi pecho. Podía sentir el latido de su sexo sobre el mío, y eso sólo me hacía desearle aún más. Aún no comprendía por qué había esperado cuando era más que obvio que había deseado aquello desde hacía muchísimo tiempo. Su lengua salió a escena, bordeando mis pezones, logrando que gimiese con más fuerza, presionando mis muslos contra la cama, invitándole a entrar, mientras apretaba la cabeza contra la almohada y mis manos contra su cintura. Su pene volvió a crecer, tanto, que hacía aún más presión, sobre mi húmedo coño, y tan sólo necesitaba sentirlo dentro
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69. El fin del verano.
Narrado por Jay. Septiembre llegó demasiado rápido, y con ello la vuelta a clases. Verla marchar fue la cosa más horrible que he hecho en mi vida, despedirme de ella y fingir que estaba bien con ello lo fue incluso más, pero tenía que hacerlo, ella necesitaba que fuese fuerte por los dos. Prométeme que me llamarás todos los días – pidió, aterrorizada, en el aeropuerto, justo después de despedirse de su mejor amiga, dándole un fuerte abrazo que casi la rompe en dos. Sonreí al darme cuenta de que ella aún estaba aterrorizada con la idea de perderme. Lo prometo – la calmé, para luego besarla suavemente en los labios, haciéndola sonreír, agradecida - ¿por qué estás tan preocupada? Voy a seguir aquí cuando vuelvas – insistí. Te quiero – reconoció, haciéndome inmensamente feliz, creo que eso fue lo único que valió la pena en todo aquello, escucharla decir aquellas palabras por primera vez. Pero que ñoña te has vuelto de repente – bromeó su hermano, haciéndonos a todos reír, divertid
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70. La clase de historia del arte.
Narrado por Dulce. Apenas recordaba nada de lo acontecido la noche anterior, o más bien fingía que no, porque aceptar que me había encantado besar a Ron y lo que pasó después de eso, cuando me acompañó a mi habitación, me arropó y me metió en la cama, sin tocarme ni un pelo… fue la cosa más dulce que nadie había hecho por mí jamás. Así que lo mejor era no pensar en ello, tenía que concentrarme en las clases, a pesar de tener una resaca de mil demonios, y de que se me cerrasen los ojillos cada vez que me quedaba un rato escuchando al profesor de historia del arte hablar sobre las obras de Monet. Resoplé, mientras me rascaba las rodillas y ladeaba la cabeza para mirar hacia Lee que cogía apuntes en aquel momento. ¡Por el amor de dios! ¿cómo podía esa chiquilla escribir tan rápido? Una mano acarició la mía, obligándome a mirar hacia delante, observando la cabeza de la persona que tenía delante, ladearse un poco. Era Ron, me percaté en ese instante, al mismo tiempo que el entrelazaba su
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