Ernest había logrado escapar de la policía la noche anterior se encontraba escondido en la cabaña en medio del bosque  había llamado a Maxwell para que fuera en su auxilio luego de escapar necesitaba un plan para salir urgente de todo el problema.Estaba sentando en silencio frente a una ventana mirando  las gotas de lluvia caer en las hojas de los árboles el sonido de la lluvia lo hacía sentirse relajado. Estaba perdido en sus pensamientos, pensaba  en las decisiones que había tomado y que lo llevaron a este momento de su vida, el  fue un hombre exitoso con un trabajo exitoso y una vida estable, ahora se había convertido en un prófugo de la policía y en un asesino de mujeres. Su vida se había ido por la borda estaba siendo buscado en toda la ciudad y era cuestión de minutos para ser atrapado por los hombres de Raphael Hamilton “¿en qué mome

la fuerte lluvia comenzó a cesar, en el cementerio frente a una tumba estaba de pie  un hombre roto y vacío  llevaba una gabardina larga de color negro una sombrilla negra y una bufanda color café envuelta en su cuello, dejo caer sobre la tumba una rosa mientras leía el nombre grabado en la lápida “Amaliet jone” fue la mujer que más amo en su vida por ella estuvo dispuesto a dejarlo todo, estuvo dispuesto a renunciar a la orden y ser desheredado por su familia incluso estuvo dispuesto a aceptar el castigo que pudiera recibir por enamorarse de una bruja para el ella valía cualquier riesgo, pero un día Amaliet fue asesinada y  lo único que quedo de ella fue su pequeño hijo jamás pudo acercarse a él y nunca pudo abrazarlo, deseaba que todo fuera distinto pero ya no había vuelta atrás nada iba a cambiar y nada podía ser como antes.Arthur habí

Arthur saco el teléfono de su abrigo y marco el número de la casa para pedir ayuda, el teléfono sonó durante cinco minuto sin ser contestado  por nadie de la casa, imagino que debían estar ocupado decidió darse por venció y cerrar la llamada pero justo en ese momento alguien levanto el teléfono-buen díaEra la voz de Ana en el teléfono-hola Ana, necesito que alguien venga por miAna se sintió un poco preocupada al escuchar su tono de voz sin energía y débil-¿te sientes bien Arthur?El retiro sus lentes de los ojos, su vista estaba borrosa, su cabeza dolía como si un taladro estaba taladrando su cráneo-no, me duele la cabeza y no puedo ver con claridadAna estaba sola en casa los demás miembro de la familia salieron temprano dejándola a ella totalmente sola- estoy sola en casa&Eac

Raphael Hamilton se dirigía en su auto a la estación de policía, necesitaba llegar a ese lugar para imponer orden, le había pedido a Alonso que lo acompaña miro su reloj era un poco tarde Alonso odiaba esperar era obvio que armaría un berrinche cuando llegara. Alonso estaba recostado sobre su auto frente a la estación de policía llevaba una gabardina larga negra y un traje negro, levanto su muñeca y miro la hora en su reloj lanzando un suspiro se sentía un poco impaciente su padre lo había hecho esperar y eso lo ponía de mal humor, minutos después el auto de Raphael Hamilton llego al lugar el imponente señor Hamilton salió del auto y camino hacia su hijo -¿Dónde diablos estaba? Llegas tarde Le reprocho molesto Alonso a su padre -lo lamento el trafico está complicado  Alonso decidió no discutir con él en ese momento, caminaron junto para entrar a la estación de policía, subieron unas escalinata que estaban frente a la puerta con prisa, el

Katina estaba sentada frente al espejo una empleada le había llevado ropa para que se vistiera se estaba terminando de arreglar para ir a la estación de policía con Valentine, una de las empleadas del lugar entro en la habitación para darle un aviso a Katina - señorita el señor Margaos la espera abajo La chica le hizo seña para que la siguiera, Katina se levantó y camino detrás de ella, miro a su alrededor con asombro era una casa enorme estaba decorado de forma sencilla y elegante, se acercó a la escalera de espacio  Valentine estaba de pie frente a la escalera esperándola, el llevaba un suéter  cuello de tortuga blanco, una chaqueta azul oscuro y el pelo recogido en una cola. Valentine se quedó observando a la chica que bajaba la escalera, llevaba un jean negro, un suéter negro y un par de botas del mismo color, su larga cabellera estaba recogida en una cola de caballo alta,  él se quedó mirándola fijo por un segundo ella tenía un rostro herm

-¿ustedes ya se conocen?Pregunto Ana susurrando-no muchoRespondió Beatriz mirando hacia atrás con una sonrisa tierna-claroContesto Ana con sarcasmo al notar que su hermana se había quedado mirando a Alonso de forma extraña, ella no fue la única en notarlo Emma Blanchett se había dado cuenta y una alarma se encendió en su cabeza la última vez que vio esa sonrisa en alguien la desgracia se hizo presente para todos, decidió no pensar en esas cosas quizás estaba mal interpretando todo como siempre lo hacía.Alonso noto que Arthur no estaba junto a los Blanchett era algo extraño él y Beatriz siempre estaban juntos, sintió que algo no estaba bien y se acercó a ella para preguntar-señorita Beatriz es extraño verla sin su asistenteLa mirada de Beatriz se nublo de  por preocupación   

Beatriz estaba de pie frente a una ventana, tenía un  nudo en la garganta del coraje que sentía, lágrima salió de sus ojos sin que ella pudiera detenerla -¿estás bien? Era la voz de Alonso que corrió detrás de ella para ver si se encontraba bien, ella continuo mirando a través de la ventana sin  moverse   -estoy harta, no puedo más con esto Contesto ella entre lágrimas, el nudo en su garganta se había desatado en llanto  -está bien, se cómo te siente El observaba su espalda recta,  su voz se había quebrado al momento de hablar, nunca la había visto llorar antes era evidente que su punto de quiebre había llegado -¡no puedes entender nada! Ella dio la vuelta con lágrimas en los ojos y una voz   que se ahogaba entre sollozos   -¡si puedo entender! Le grito el sujetándola por los hombros   -¡claro que no!  No tienes la más mínima idea de cómo se sient

Claudette conducía a gran velocidad por la carretera, el día era frio y las ventanas de su auto estaba empañada, paso su parabrisas para limpiarla pero no funciono, miro su mano derecha colocada sobre el volante,  llevaba puesto en su dedo pulgar un anillo de oro con una piedra esmeralda en la que estaba grabada un símbolo de protección con dos serpientes entrelazadas, significaba la armonía entre el cielo y la tierra, sintió en su interior extraña sensación,  sin importar cuanto decía a si misma odiar la magia y  a su familia jamás retiro el anillo de su mano, quizás en el fondo nunca quiso romper sus lazos, este anillo la representaba como una Emeraude  esa sería  su identidad siempre, ahora que pensaba en eso se cuestionaba si de verdad odiaba a las brujas o solo quería ser aceptada por ellas, tal vez  al no conseguir ser aceptada juro destruirlo en ese

Claudette detuvo de golpe su auto en medio de la carretera su mente la bombardeaba con recuerdos amargo inundando su corazón con sentimiento extraños, su mente estaba hecha un mar de confusión “¡ya basta!” se gritó a ella misma cubriendo su rostro con ambas manos y recostándose sobre el volante, aunque su hermana siempre hizo cosa malas para arruinar su vida ¿era razón suficiente para asesinarla? La respuesta era no, nada de eso era suficiente para secuestrar y asesinar a Vicky en ese momento un nuevo recuerdo llego a su cabeza. Después de esa pelea he irse a estudiar en la universidad  Claudette nunca más regreso a casa, todos esos años se concentró en sus estudios olvidándose de su familia y dejando fuera de su vida la magia, acepto que quizás no era para ella y que no había nada malo en ser una mujer ordinaria con una vida ordinaria y una p

El sol comenzaba a salir en el horizonte alejando el frio y la lluvia Beatriz Blanchett estaba de pie frente a un pequeño apartamento en una zona urbana de la ciudad, levanto su mano para tocar la puerta pero dudo en hacerlo varias veces, no sabía cómo iba a empezar esa conversación tampoco sabía exactamente qué le diría a Muriel cuando la tuviera de frente.Se armó de valor y toco la puerta cuando el momento llegara encontraría las palabras adecuadas para decir. Unos segundos después Muriel abrió la puerta, ella estaba aún en pijama y parecía que se acababa de despertar frotaba sus ojos y su cabellera roja estaba hecha un desastre -¿Qué haces aquí?Pregunto ella mal humorada mientras frotaba sus ojos -tranquila, no  vengo a pedirte ayuda Contesto Beatriz con calma, su respuesta sorprendió un poco a Muriel -¿a qué has venido entonces?Pregunto cruzándose de brazo -estoy aquí porque hay algo importante que decirte, tenías raz