Durmieron 6 horas, el primero en despertarse fue el rey que la miro acostada en su brazo y Él abrazándola por detrás, le gusto verla acurrucada en su brazo, le acaricio los cabellos, era tan pura tan inocente, pensó que había escogido bien, empezó a besarle las mejillas para que se despierte, ella se estiro y sintió algo, miro para atrás y se dio cuenta que estaba con el Rey—Uy su majestad, Buenas noches, ¡su desayuno!—Iba a levantarse a carrera y Él la detuvo sonriendo—Marietta, tú ya no debes servirme nada, ya no eres una sirvienta, ahora eres mi concubina—¿Pero y su desayuno?, yo siempre...—Tenerte aquí es que me gusta, entre mis brazos, eso es lo que debes hacer, estar así conmigo cuando yo quiera, es lo único que debes hacer.Marietta lo miro y sonrió, esa bella sonrisa que cauti
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