¡No sé donde estoy! Mi corazón no deja de latir como queriéndose escapar de mi pecho, me propongo calmarme ya que debo tranquilizarme para poder pensar con claridad. Sé que estamos en movimiento pero ignoro hacia donde, al subir me cubrieron la cabeza con una capucha y me han amarrado mis manos, por lo cual todo es oscuridad, mis manos comienzan a sudar, intento pasarla por mis ropas para tratar de secarlas, estoy aterrada, quisiera estar con mi mamá. Comienzo a retorcerme, quiero soltarme pero no puedo. Mis lágrimas salen copiosamente de mis ojos y por más que intento evitarlo, no lo logro, estoy a punto de caer en una crisis de pánico. ¡Por favor mi Dios amado! Enseguida llega a mí mente la discusión que tuve con mi mami, y ruego otra vez en mi interior ¡Dios! Perdóname por haberle gritado a mi madre. No lo vuelvo a hacer.Sácame de esto Diosito por favor, imploré, mientras por dentro exclamaba ¡Quiero a mi mamáaaaaa! Escucho voces y están hablando entre sí, me ob
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