“Te enseñaré”.Él le puso la pistola en su mano y caminó detrás de ella. Entonces, Joel le levantó los brazos y le enseñó a apuntar y a disparar.Como estaban muy de cerca, Lucy podía sentir vívidamente la sensación cálida y entumecedora que venía de detrás de su oreja, cortesía del hombre que respiraba por su cuello mientras hablaba, y el rubor inundó sus mejillas.Aunque ellos habían tenido un encuentro más íntimo antes, esa era una situación diferente.Durante esos momentos, él no estaba en su sano juicio mientras ella dudaba, ya que su único pensamiento era salvarlo y ayudarlo.En el presente, sus cuerpos estaban pegados entre sí, como una pareja locamente enamorada, llenos de coquetería y dulzura.Insegura, Lucy movió su cuerpo, pero se encontró con el murmullo del hombre: “¡No te muevas!”.Él puso el brazo armado de ella en posición y dijo: “De acuerdo, justo así. Aprieta tu brazo derecho y suelta tu brazo izquierdo. Sí, así. ¡De acuerdo, dispara!”.“¡Bam!”.La bala de p
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