“No... Basta...”.Su rechazo fue suave, no agresivo, lo que hizo que Mark lo ignorara. Con un simple giro de sus cuerpos, la enjauló debajo de él y sujetó sus brazos. Sus muñecas eran delgadas, ambas cabían en una de las manos de él.Al darse cuenta de lo que estaba a punto de suceder, Arianne entró en pánico. “¡Mark! ¡Por favor, no lo hagas!”. Subconscientemente estaba repeliendo el acto, un sentimiento indescriptible la invadió.Perdiéndose en el calor del momento, Mark la llenó de besos alrededor de sus labios y preguntó: “¿Por qué?”.¿Por qué? Arianne tampoco sabía por qué. ¿Cómo se suponía que iba a responderle? Estaban legalmente casados, marido y mujer. Algo como esto era normal, incluso esperado, pero inconscientemente se resistía. ¿Entonces por qué?Ella pensó en el pasado de él con Aery y sus tres bebés, ninguno de ellos capaz de saludar a este mundo. El tormento por el que había pasado en el hospital era una pesadilla sin fin.También estaba su pasado, que ella había s
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