Julian Anderson es un joven frio, sexy y multi millonario, gran empresario y dueño de varias empresas. Pero la perfección esconde un secreto, bajo todo el exterior se esconde un odio. Se dice que muchas jóvenes han intentado conquistar al millonario, pero él las rechaza a todas. La gran noticia por el anhelado puesto surge cuando la mano derecha del joven Julian se va a un viaje en el extranjero por varios meses, es allí cuando la vacante se abre. Muchas ilusionadas de ser su tan añorable secretaria desean postularse, hasta que surgió el aviso, destrozando asi más de una ilusión: SOLO SE ACEPTAN HOMBRES Los requisitos del puesto eran ridículos, ridículamente exigentes, pero lo valía, después de todo la cifra del sueldo era igual de absurda. Tessa jamás había visto tanta cantidad de dinero junta en toda su vida. Lo que la atrajo al anuncio fue eso, ella estaba en una situación económica desesperadamente. Desde joven, ella y su hermano habían estado juntos y sobrevivían gracias al sueldo de ambos, pero cuando el cayó enfermo y su tratamiento se hizo demasiado costoso para poder cubrirlo habían quedado en la ruina. Él había dejado de trabajar a causa de su enfermedad. Ella debía encontrar la forma de salvarlo, y de cubrir todos sus gastos médicos sin morir ella en el intento. Encontrar la forma de subsistir. Ella se había mirado en el espejo. No era una mujer voluptuosa. Era delgada, bajita y de cabellos castaños y largos. Algo que se podía solucionar fácilmente con unas tijeras. La decisión había sido tomada. Ella trataría de ganar ese puesto. Ella se haría pasar por un hombre. Sin embargo, una mentira no dura para siempre ¿Qué hará Julian cuando descubra la verdad? Obra registrada en safe creative 2312316517362
Leer más¿Qué tan difícil podria ser complacer a un millonario?
Tessa sabia la respuesta; mucho.
—¡¿Qué se supone que haga yo con este trabajo incompetente?!—el joven Julian Anderson se encontraba reprendiendo a todos a diestra y siniestra en aquella sala. Mientras había arrojado con desdén sobre la mesa los informes proporcionados por el departamento financiero.
De repente, toda la sala de juntas se había llenado de un silencio sepulcral, era lo usual que ocurría en las juntas convocadas para discutir la situación de la empresa. A pesar de a esta irle muy bien, el joven era extremadamente perfeccionista. Y si, Tessa debía admitir que era orgulloso y bastante irritable. Para el, nunca nada era perfecto.
—P-pero jefe... las ventas subieron y...
—¿Subieron? ¿A eso le llamas subir?—soltó el joven con una fría mirada, el hielo se quedaba corto a lado suyo. Tessa no sabía que podria existir algo más frio que el hielo, hasta que lo conoció a él.
—Pero... hubo... hubo más ingresos. —se defendió el hombre de oscura barba
—Un porcentaje de ventas del cinco por ciento superior al año pasado, no es subir-soltó irritado.
Todos volvieron a estar callados
—¡Vamos! ¿es que nadie puede darme algo bueno?
Mas silencio.
Julian suspiro. —Bien. —entonces chasqueo los dedos y su fiel asistente acudió rápidamente —James, —llamo —espero me hayas hecho un registro de todo lo discutido en la reunión, quiero esquemas y los puntos más relevantes en los que dije que hay que seguir mejorando
Tessa asintió. Después de tres meses trabajando para él ya se había acostumbrado a que la llamaran James. Después de todo, ella debía mantener el secreto.
Tan orgulloso como era, hace un tiempo atrás el joven Julian abrió una vacante para un puesto, donde solo se aceptaban hombres. Al verse en una situación económica desesperante Tessa postulo. Y quedo. Asombrosamente quedo. Cubrió el perfil a la perfección. Y sí. Para eso, se tuvo que hacer pasar por un hombre. La mentira mejor guardada, deberían darle un Oscar.
Cuando Julian se levantó, se despidió con desgana y salió de la sala
—Buena junta.— dijo Tessa haciendo su voz neutral de siempre. Aquella que no denotaba un género para nada femenino
—¿Qué le paso hoy? ¿acaso se te olvido llevarle su café de todas las mañanas? — soltó una mujer sentada hacia ella
Tessa sonrió incomoda
—Esperemos la próxima reunión sea mejor. Gracias por su esfuerzo—dijo mientras hacia una reverencia para todos
Los miembros y jefes de los distintos departamentos asintieron. A muchos les agradaba "James" El nuevo asistente del jefe desde hace tres meses. Otros lo miraban solo con lastima por estar a merced de un hombre tan tajante y malhumorado. Asombrosamente nadie la miraba con envidia. A Tessa eso ya no le importaba, luego de tres meses creía tener medido el carácter del señor Anderson, o eso creía.
Cuando ella se despidió, fue rápidamente hasta la oficina del jefe y toco la puerta
—Pasa—escucho su voz desde el interior. Y asi lo hizo
—¿Sabía que era yo? — le cuestiono
—Reconozco tu toque en la puerta.
Tessa parpadeo —¿y cómo es eso?
El soltó un bufido —un toque torpe, suave, inseguro...
—¿Debería ofenderme? — pregunto al tiempo que hacia una mueca
—¿Qué habíamos hablado de hacer caras raras?
Tessa se compuso rápidamente y decidió quitarle importancia a la conversación. Después de todo, Julian Anderson casi nunca hacia cumplidos. A nadie. Y la gran mayoría de cosas que decía eran desplantes.
—Debería controlarse más— le sugirió ella —esos hombres y mujeres hacen lo mejor que pueden
—No lo suficiente —menciono quitándole importancia mientras seguía revisando los informes en su mano.
—Son un buen equipo. —insistió ella.
—Cuando te pida tu opinión me la das
« Como de costumbre » pensó ella poco impresionada.
—Los estados de cuentas están bien. —dijo dándose cuenta de que los estaba volviendo a chequear— Yo los revise.
—Se que están bien. No estoy buscando fallas.
—¿Ah no? Entonces, ¿Qué busca señor Anderson?
—Estoy buscando vacíos
—¿Vacíos?
—Cosas donde poder mejorar, donde podríamos ahorrar recursos
—Desde que usted tomo el control de la empresa después de su padre, esta compañía no ha hecho más que crecer— le respondió ella. Después de todo, antes de venir a trabajar aquí, había investigado mucho sobre el trayecto de la empresa y de la misma familia Anderson. Una historia impresionante sobre un imperio millonario.
—Si, seguramente mi padre debe de estar orgulloso— menciona sin entonación de nada —donde quiera que este ahora.
Oh claro, también se le había olvidado mencionarlo a ella, que el padre de Julian estaba muerto.
Tessa se aclaró la garganta —sobre lo de tomarme el dia de mañana libre...—trato
Julian lo mira con una ceja enarcada —¿de verdad lo necesitas?
Ella asintió.
Su jefe lo piensa —de acuerdo, James—dice y sus ojos azules parecen ablandarse un poco. Algo muy poco inusual de ver en el —Puedes tomarte el dia de mañana.
—¿De verdad? — no es que quisiera arriesgar su propia suerte, pero eso la impresionaba. Mucho más de lo que quería admitir.
—Pero no será todo el dia—objeta el rápidamente —en la tarde te quiero ver aquí. Tres en punto. Ni un minuto después. —le advierte —¿lo tienes?
—Si señor.
En ese momento el teléfono suena. Ella se muerde el labio inferior —¿no contestara?
—¿Para qué? — dijo sin mirarla
—Pues... quizás sea algo importante
—Tu ya sabes quién es —le suelta malhumorado
—¿otra prometida?
—No se cansan de emparejarme
—¿Es tan malo? — a veces ella compadecía al chico. Nunca lo había visto socializar mucho con ninguna mujer. Y se negaba a contraer matrimonio y por ende, a tener una esposa. Al inicio, Tessa tenía la teoría de que quizás él podía ser gay, luego comprendió que era algo mucho más complicado que eso. Julian no actuaba con esas intenciones.
Ella noto, que siempre cuando el veía a una mujer sentía un odio, una rabia más allá de su entendimiento, guardaba una especie de rencor en su corazón. Tan arraigado como las raíces viejas de un gran árbol. Ella a veces se pregunta, ¿de dónde había salido tanto odio? ¿y como un cuerpo podía mantenerse y sobrevivir cuando la gran mayoría de este guardaba solo ese sentimiento?
—Todas tan superficiales. Unas más sínicas que otras. —soltó —es como si pensar en ropa o maquillaje fuera todo lo que tienen en la cabeza. Repugnante.
Él era un alma que vagaba sin vida. Porque en la cabeza de Julian siempre habían números, y tácticas, nunca lo había visto dejarse llevar por los sentimientos, y a veces se preguntaba si siquiera el mismo se permitía sentir algo.
—Eso es un poco discriminatorio —y ella omitió la palabra "mucho" — y esta generalizando. —apunto
—No me interesa. Tan solo deseo que paren
A veces sentía, que quizás Julian Anderson merecía una oportunidad, aunque el mismo no lo deseara.
—Ah, y tráeme un café. —chasqueo lo dedos —y rápido. También necesito que organices a mis guardias, y planees mi almuerzo. —la miro —Muévete, no tenemos todo el dia. ¿O piensas quedarte allí cual estatua?
Si. Bueno. Una oportunidad que seguramente alguna chica quizás le dé si es que son capaces de aguantarlo por más de cinco minutos. O en su caso, dos segundos. Eso es todo el tiempo que Julian necesitaba para arruinar cualquier ambiente, o progreso realizado.
Ella se despidió y salió de la oficina.
Sea cual sea por las cosas que el había pasado, no era justificativo para actuar asi con el mundo. Estar jodido no te daba derecho de joder al resto. Ahora entendía porque la vacante del puesto era voluntaria, y nadie duraba en el cargo más de tres días. Y ella había durado tres meses. Sin embargo, ocultar cosas, vivir una doble vida traía consecuencias. Y perdía parte del mundo que la hacía ser ella al nunca decir lo que pensaba o sentía.
« ¿Y cómo vivir una mentira? »
—James —la voz de su jefe sonó a sus espaldas. Este había salido de la oficina mientras se colocaba una bufanda.
—¿Si?
—Ten cuidado al regresar a tu casa. Nadie quiere que te encuentres indispuesto de tus labores mañana.
—S-si...
Porque, de alguna forma, todos sus posibles cumplidos, él se encargaba de camuflarlos, de arruinarlos. A veces ella sentía que Julian le tenía aprecio, pero él era confuso.
« ¿Y cómo vivir una mentira? »
Lo miro.
Y quizás, esos ojos azules lo valían.
Julian ayudo a Lisa financieramente a reconstruir su casa. Tessa y el arreglaron los términos de la herencia. Lisa no se quedo con todo, solo con lo que le correspondía. Y prometió dejarlos en paz. Aun había mucho que reconstruir. Pedazos a pedazos que aun debían tomar su lugar en la historia. Pero todo viene por añadidura. Solo sigues el camino, lo demás viene después. Charlie tenia de la mano a la joven de vestido elegante y llena de brillos. Esta sonría como mujer digna de revista -¿Si quieres algo, házmelo saber? -Estoy bien, por ahora quizás solo debamos disfrutar de la reunión -entonces juntos se acercaron al salón para bailar Cuando Romina había llegado al hospital como una semana atrás, habían hablado, y en un acto de locura o amor, decidio quedarse. Quedarse con Charlie. Ser novios. Conocerse más para un día quizás casarse. Adam retomo su trabajo de artista, y también se descubrió el origen del fuego. Dos sujetos que ahora estaban en la cárcel. Nora y William. Dos sujet
-Ya era hora de que te despertarasCharlie escucho la voz y abrió los ojos de golpe nuevamente -¿Qué? ¿Quién…?- volteo ligeramente su rostro aun reposado en la almohada blancaNoto a James del otro lado mientras le sonreía y lo saludaba-¿Dónde… dónde estoy? ¿Acaso… me morí?James frunce el ceño -¿lo dices por mí? ¿crees que también morí?Entonces Charlie parpadea nuevamente, Le dolía la cabeza -¿estoy en…?- miro a su alrededor-En el hospital. -dijo -Julian pago un cuarto mas grande para que nos pusieran a los dos aqui. Así cuando te despertaras no te sentirías solo-¿Qué?-Por lo del incendio. ¿no lo recuerdas?Entonces los recuerdos de Charlie empezaron a llegar poco a poco. Y luego todo de golpe -¡Adam!- se sentó de un salto y sintió como si alguien hubiera tirado de su cerebro. Soltó un quejido de dolor y volvió a recostarse-Te has golpeado fuerte. De hecho, te encontraron desmayado. Además, tu copia esta bien. Tu hermano estuvo aquí hace un rato. Salió a comprar un caféAdam...
-¿Por qué, que?- pregunto fastidiado-¿Por qué me ayudas? Me odias -se lo hizo notar-¿Propones que te deje morir aquí?-Jamás fui buena contigo. Hasta hice algo muy cuestionable…-Se porque lo hiciste-¿Qué?-No era solo cosa tuya -confiesa Julian -Me asqueaba el hecho de que las personas tuvieran relaciones básicas deplorables. La gente que tenía una pareja y… para ¿Qué? ¿Para mentirle en la cara? ¿Para serle infiel? ¿faltarle el respeto y humillarlo? No. -negó -Nunca amaste a mi padre. Y cuando te me insinuaste a mí tampoco lo hacías por otro motivo del original. Supongo que en tu cabeza era mejor el hijo que el padre. Todo lo que hiciste fue para tu propio beneficioElla negó -debería quedarme y arder con mi hogar…Quizás debería… ¿pero quien decide eso?-No es momento para hacer reflexiones absurdas -dijo Tessa del otro lado -puedes tener una charla motivacional luego. Cuando estemos a salvoEntonces Julian se aparto y dejo que Tessa fuera quien le tendiera su manoLisa la tomo.
-¡Julian!-¡Ya para! ¡nadie va a escucharte! ¡él no va a venir!-¡Julian!Ella llamaba a la persona que siempre pensaba primero cuando estaba en problemas. Cuando estaba atrapada. Cuando estaba desesperada. Tessa era fuerte. Pero a veces, todos podemos requerir ayuda. -¡Julian!-¡Ya te dije antes que el no…!- entonces el joven siente el agarre fuerte de alguien apartándolo bruscamente. Lo habían empujado con tanta fuerza que lo habian mandado lejos de la jovenTessa aun temblaba desde el suelo con lágrimas cristalinas en su rostro, sin poder reaccionar. Aun casi temblandoJulian por otro lado, habia dejado que su furia lo consumiera, casi sin pesarlo le había dado un puñetazo al sujeto.El sujeto logro zafarse de él y correr. Julian se levantó para ir tras el cuando escucho la voz de Tessa llamándolo.Casi en automatice se detuvo.El otro sujeto corrió y hasta se estrelló con la parte de la chimenea botando algo de él. Ese pequeño acontecimiento definiría la noche trágica de toda la m
Julian seguía charlando con gente, se había distraído tanto sumido en las conversaciones que había perdido de vista a Tessa. Cuando alzo la mirada tratando de localizarla noto que su fiel asistente estaba en problemas. O bueno, su definicion de problemas. Estaba rodeado de algunas jóvenes, varias mujeres que revoloteaban casi sobre “el” James se mostraba nervioso y alzaba las manos mientras negaba apenado. Suponía que estaba rechazando algún baile. Julian casi se ríe por la escena. Es decir, esas mujeres invitaban al joven con la intención de ligar con él. Claro que estas no sabían que "James" era en realidad una mujer. Cuando se vio librado de eso, ella se acerco de nuevo hasta el. Siempre volviendo al final con él. -¿Qué ha pasado? ¿tenias problemas, amor?- soltó con intención. Y su tono tenía un toque jocoso -No fastidies- soltó mientras sus hombros se relajaban -Hasta como hombre eres muy popular -le sonrió -Claramente no. -Pues ha pasado todo lo contrario -Tu lo eres mas
-¿Qué es eso?-Algo suena- y los murmullos de la gente invadían el escenarioIncluso la modelo se había parado en media pasarela mientras veía hacia arriba tratando de buscar el origen del sonido. Los altavoces, claroTessa miro a Julian en automático cuando termino toda la confesión-Bueno, parece que la noche empieza a correr ya. ¿No lo crees?Su esposa, vestida de su usual asistente James se le acerca más para susurrarle -¿Qué supone esto a nuestra noche ya planificada? ¿afecta en algo nuestro plan?-Quizás si… quizás no. Ariel es una mujer muy lista.-¿Lo planeaste?-¿Cómo iba a hacerlo?- Juliana negó -supongo que ella solo se busco su propia oportunidad- el miro disimuladamente hacia atrás. Hacia el sitio donde estaban todos los artistas – parece que esto no dejara duda alguna. Incluso los que antes aun le creían ya desaparecerán. Se han dado cuenta de su completo engaño-Y salido de su propia boca…Entonces pudieron ver como William se trataba de ir disimuladamente, pero el escr
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