Kurt se interpuso entre Sullivan y Alanna, miraba al padre de ella desde su altura y notaba que la soberbia de ese hombre era algo que lo superaba. Alanna se dirigió a Ismael y le pidió que soltara a su padre porque quería hablar a solas con él: –No quiero dejarte con él. –No te preocupes Kurt, ya él no me asusta como antes. –Me quedaré cerca, solo di mi nombre y estaré a tu lado.Alanna asintió y le agradeció con un movimiento silencioso de sus labios, Kurt y el señor Gregg se alejaron lentamente, pero sin perderla de vista, Ismael y los otros dos escoltas se mantuvieron alerta muy cerca de la puerta de la residencia. –Ya estamos solos –dijo Alanna. –¿Hasta cuando vas a arrastrar por el lodo mi apellido? –No estoy haciendo nada contra tu apellido, ni siquiera lo uso. –¡Gracias al cielo! Así que aparte de humillarte viviendo con un hombre mucho mayor que tú, incluso mayor que yo, te has confabulado con
Alanna se estremeció al saber que Audrey estaría en la misma ciudad que ella, era algo que no deseaba, los malos recuerdos se agolpaban en su mente y todos tenían que ver con ella. Se abrazó a sí misma y el frío que recorrió su espalda la hizo sacudirse. –¿Qué ocurre? ¿Por qué te pones así? ¿Tanto miedo le tienes? –Siempre he tenido la sensación de que ella tuvo que ver con la muerte de mi madre. –¿Hablas en serio?, tienes que escribir todo lo que recuerdes de esa época, pediré que lo investiguen. –Mami, ya estoy lista –interrumpió Erin, e
En poco tiempo Kurt regresó a la oficina de Theo sosteniendo unos documentos e interrumpiendo el viaje al pasado que su amigo había hecho en su mente. –Resuelto el problema de personal y estos son los contratos con las dos empresas, revisados y firmados por mí, trabajaremos con las dos, nos darán a sus hombres más experimentados para cumplir con creces nuestro compromiso con la defensa. –Gracias amigo, necesito salir de aquí un rato, ¿tienes tiempo para acompañarme? –Me queda poco más de una hora, no he comido, ¿vamos al italiano que está cerca? –Me caerá muy bien una cerveza fría y un buen plato de pasta.Mientras caminaban por la calle hacia el restaurante italiano, Theo le comentó: –Hablé con Luke y está muy contento con la evolución de doña Lynda. –Todos lo estamos, antes de venir aquí pasé a verla, ha comenzado a caminar con el soporte de una andadera y está muy entusiasmada, hoy también recorrió toda la band
Al oírlo llamarlo así y ver su rostro iluminado con su sonrisa alegre, volvió al primer instante en que lo conoció, definitivamente algo lo hizo detenerse ese día, un algo que hoy reconocía al mismo tiempo que lo agradecía con todas sus fuerzas.No se había planteado nunca ser padre, la idea de crear una familia ya la consideraba afianzada con su madre, sus hermanos y sus sobrinos; pero ese pequeño que tenía ante él había robado su atención en un momento y para siempre. Zak junto a su hermana Erin se convirtieron en su mundo irremediablemente.Su pecho se inflamaba al escucharlos decirle “papá”, era la sensación más increíble; había disfrutado, a lo largo de su vida empresarial, de una gran cantidad de triunfos, homenajes, alabanzas, pero nunca lo hicieron sentir tan pleno como sus dos pequeños dándole ese título
Carlos Luis fue bastante intimidante cuando se presentó en la habitación del hotel donde se hospedaba Sullivan Baker, él protestó alegando que iba de regreso a California, no obstante, haciendo gala de su imponente figura, sus palabras secas y la señalización del arma que tenía en su costado, logró persuadirlo de que la mejor opción era acompañarlo.Sin embargo, Baker no deponía su arrogancia y cada cinco segundos preguntaba que, adónde lo llevaban, sin obtener ninguna respuesta por parte de Carlos Luis, quien ni siquiera lo miraba.Estacionaron frente a un edificio de ladrillos rojos con unas escaleras de metal que daban a una pesada puerta de hierro, afuera se encontraban otros vehículos y dos hombres armados custodiaban la entrada, Sullivan miraba todo alrededor y comenzó a inquietarse, entonces preguntó:&nb
Carlos Luis escuchó lo dicho por el padre de Alanna y solo deseaba poder tener un momento para darle la noticia a su jefe, ahora miraba a Sullivan y quería molerlo a golpes, no concebía que un padre resultara tan egoísta que interviniera en el logro profesional de su única hija impidiendo su graduación.Se prometió a sí mismo investigar al rector de esa universidad porque iba a pagar con creces el haberse dejado llevar por Sullivan Baker. –Debo retirarme unas horas –anunció Carlos Luis. –¿Qué van a hacer con nosotros? –preguntó Audrey. –¿Cuánto tiempo nos retendrán aquí? –quiso saber Sullivan.
Kurt, suspiró profundamente antes de responderle a su protector y amigo, confiaba en él incondicionalmente y, aunque Carlos Luis no le había explicado la razón por la que ahora pasaba menos tiempo a su lado, él sospechaba que se trataba de una mujer, lo que le extrañaba era que, en otras oportunidades, ha sido muy abierto y le ha contado sobre sus conquistas, esta vez el silencio ha sido hermético.Así que le tocaba esperar pacientemente antes de hacerlo beber una botella de whiskey para que le contara todo con lujo de detalles, sonrió internamente ante la idea y, antes de contar la causa de la reunión con su hermano le comentó otra cosa. –Antes quiero notificarte que mi tío nos ayudará personalmente con la investigación sobre la muerte de Michaela Thyne-Mitchell, la madre de Alanna; ya que tiene a Ra
El beso se fue intensificando, sus respiraciones se agitaron, sus corazones se aceleraron y, aunque le dolía el labio, Alanna no quiso romper el contacto, fue el sabor metálico en su lengua, lo que hizo que Kurt se separara alarmado. –Lo siento Alanna, me vuelve loco besarte, me es imposible resistirme si te tengo tan cerca, realmente adoro tus labios y lo menos que buscaba era lastimarte. –Descuida, confieso que me molestaba un poco, pero soporté el dolor porque también deseaba ser besada por ti. –¡Por Dios!, me hablas así y me elevas.Unos golpes en la puerta, algo frenéticos, hicieron que Alanna se levantara velozmente de la cama y abriera la puerta, allí se encontró con Erin,